Plaza de la naturaleza y sala Hipóstila
Siguiendo las escaleras se accede a un gran porche que mediante ochenta y seis columnas soporta una gran plaza.
El techo está cubierto de quebradizo blanco y uniforme, pero no es llano, se hunde entre columna y columna. En medio hay catorce quebradizos, repartidos de forma desigual. En los espacios en que no hay quebradizo hay medallones. Las columnas también están recubiertas de quebradizo blanco por la parte inferior.
No hay ninguna columna con ángulo recto respecto del suelo, es más ninguna tiene la misma inclinación.
Pero no sólo sirven de apoyo por la plaza, también sirven como desagües, toda el agua de la lluvia que se acumula en la plaza, se filtra, atraviesa las columnas y va a para en una cámara que sirve de depósito que hay a bajo la sala. Y así se guardar para cuando es necesaria.
Este porche había sido pensado como mercado de la ciudad jardín, pero nunca se llegó a inaugurar, ni tan sólo construir.
Encima del porche hay una plaza de arena delimitada por un banco de estilo totalmente Gaudíniano, que tiene forma de serpiente y está totalmente recubierto de quebradizo. Este lugar tiene unas buenas vistas de Barcelona.